Hoy degusté el inmenso placer de cagarle la rutina a una cajera de supermercado. Es bastante simple y chistosísimo.
Toma los palillos de cócltel y los pasa por sus lucesitas sicodélicas que en algunos supermercados siguen gatillando la aparición de los desabridos numeritos verdes, pero que acá es un bonito "$199" en la esquina de una pantalla a color. A penas veo el número entro en acción, ya con dos monedas de cincuenta y una de cien en la mano.
-Disculpe, ¿puedo donar un peso?
-Claro- Sonrríe.
Unos segundos después le toca preguntar si deseo donar un peso. Entonces su mundo se derrumba, no sabe qué hacer, "esto ya pasó, qué hago qué hago qué hago". Me mira desesperada como si su cabeza fuere a explotar y grita.
-¡Donar un peso! ¡Sí!
PS: Estaba en el súper una actriz de Lola, la que hace de Vicky. Es más baja, menos bonita y más coja que en la tele. Pero tiene muy bonitos ojos. Agrego que lo de la cojera supongo que es momentáneo. O lo actúa pq es actriz :mon: